EN SUS MANOS ESTOY SEGURO
Es difícil de asumir que Dios nos escoja, sabiendo aún mejor que nosotros mismos lo corrompido y averiados que estamos.
Me pasa cuando me toca hacer conciencia de que lo que tengo dentro simplemente es desagradable. En una ocasión tuve un sueño espantoso y al despertar me preguntaba: ¿De verdad yo sería capaz de hacer algo así? También me ha pasado cuando ante una situación de frustración he cogido una clase de enojo que hasta yo me espanto de mi reacción. Me pregunto en silencio: ¿A dónde se fueron el Fruto del Espíritu y los años de devoción?
La verdad es que somos vasijas rotas en Sus manos, enviados a llevar las Buenas Nuevas a un mundo en tinieblas que al igual que nosotros necesita Salvación, Vida Eterna y Esperanza.
excelente reflexion
ResponderBorrarbuen mensaje! gracias por compartir ;)
ResponderBorrarAmé tu publicación, gracias por tus palabras
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